martes, 17 de noviembre de 2009

Acusado de pedofilia en Facebook

Marcelo David Torino Dantur tenía una página en Facebook http://www.facebook.com/martinotero78?ref=profile#/profile.php?id=1324422679&ref=search&sid=658405832.2086015617..1


Pedófilo en Salta


Marcelo David Torino Dantur dirigiría desde Salta una red de tráfico internacional de pornografía infantil




El presunto pedófilo está prófugo



Recién ayer, poco

antes del mediodía,

la Justicia ordenó su

detención. Alertado,

el sujeto se escapó.



“Los videos y fotos que tenía mi vecino eran espantosas”, contó una vecina, según le comentó el testigo que observó el material incautado por la Policía el viernes pasado”.

“Daban asco, él salía en la mayoría, donde se lo veía manteniendo relaciones sexuales con niñas y adolescentes de pocos años”, contó la mujer que reside en la misma cuadra que el contador Marcelo David Torino Dantur, en la calle Los Crisantemos 170 del barrio Tres Cerritos y hasta el cierre de esta edición se encontraba evadiendo su detención por parte de investigadores de la Brigada de Investigaciones de la Policía de Salta.

La orden de aprehensión contra el sujeto fue ordenada ayer alrededor de las 11 por el Juez de Instrucción Formal de 4a Nominación, Antonio Germán Pastrana, quien cambió a la carátula inicial que decía “corrupción de menores”, le agregó el de “distribución de material pornográfico”. Sin embargo, cuando los investigadores de civil llegaron a buscar al contador, éste no se encontraba en su casa. Según los propios vecinos, el hombre se habría retirado en un automóvil de color negro, aparentemente un Toyota Corolla, en donde viajaban dos hombres y una mujer.

Este periodista, quien sigue los pasos de Torino Dantur desde la semana pasada, llegó a su domicilio antes de las 11, encontrando a policías de civil merodeando el barrio, pero se dio con que en la vivienda sólo se encontraba una empleada doméstica quien informó a través de una ventana que la familia no estaba cuando ella llegó, y que su patrón se había retirado al poco tiempo que ella había llegado. Aparentemente, el contador se habría marchado con su esposa y tres hijos muy temprano, en un Fiat Idea de su propiedad, y luego regresó al hogar hasta que sus cómplices lo buscaron en el misterioso automóvil negro.

Fuentes de la investigación se mostraron molestas con la tardía orden de detención, que le habría permitido al acusado de pedofilia preparar su fuga. “Desde el viernes pasado, cuando llegamos con una orden de allanamiento y descubrimos todas la pruebas en su contra (en referencia a tres computadoras con material pornográfico infantil, en donde se lo observa a Marcelo David Torino Dantur en repulsivas escenas de sexo explícito con menores de edad) podríamos haberlo detenido, pero no teníamos orden judicial. Ahora ya es tarde. Pero llama la atención de que hasta la prensa sabía que nosotros íbamos a llegar”, sostuvo el investigador.

De acuerdo a las fuentes, el hombre era investigado desde hace tres meses por la Brigada de Investigaciones, y también se encontraba detrás de él personal de la Policía Federal, por cuanto se habrían descubierto contactos del pedófilo con otras personas similares en Buenos Aires y el extranjero. En razón de esto, no se descarta que el sujeto haya dirigido una red de pedofilia desde Salta.

“Los hombres que cometen estos delitos no lo hacen solo por un depravado placer personal, sino que establecen contactos con otros pedófilos, con quienes intercambian y venden sus fotos y películas. Lo que él hacía en Salta, después se veían en el resto del mundo, por Internet, previo pago en dólares”, deslizó otro investigador.

En este sentido, en el allanamiento realizado el pasado viernes, al hombre se le habrían encontrado 60 mil pesos, distribuido en tres fajos de billetes, los cuales se hallaban escondidos en lugares diferentes de la casa.

Torino Dantur, quien vive en su casa de Tres Cerritos junto a su esposa docente en el barrio Ciudad del Milagro, y tres niños, dos nenas y un varón, tiene una habitación que funciona como su escritorio personal, en donde había tres potentes computadoras. En estas se encontraba alojado el material pornográfico.



Vecinos consternados



Un vecino del presunto pedófilo fue testigo involuntario del allanamiento realizado el viernes pasado. Si bien éste y su familia se negaron tajantemente a dialogar con el periodista, por otro lado se logró conocer lo que este hombre observó y que le produjo tanto asco y temor que obligó a su familia a callarse.

Películas con escenas de sexo explícito entre niñas y Torino Dantur, fotografías con repugnantes poses de las víctimas, direcciones de correos y nombres de usuarios para vincularse con chicas por chat y redes sociales (como Facebook y Twitter). En todos los casos, las edades de las víctimas oscilan entre los 9 y los 14 años, pertenecen a todas las clases sociales y viven en diferentes barrios salteños, incluso en Vaqueros y otras poblaciones cercanas.

“Parecía un excelente vecino; nunca se lo vio en nada raro. Era correcto y muy amable”, opinó sobre el prófugo Luis Guerra, un vecino. Diferente fue la opinión de una joven vecina, cuya identidad pidió ser mantenida en reserva, quien sostuvo “de verlo nomás daba asco; tenía cara de baboso, y miraba a las chicas como si quisiera violarlas. Acá en el barrio se lo vio en el auto con nenas, e incluso llegó a meter a su casa a estas chicas, cuando la familia no estaba”.



Otros casos



Aparentemente, una niña que concurre al colegio San Alfonso, el mismo establecimiento adonde asisten sus hijas pequeñas y amiga de éstas, fue contactada por el sujeto vía Internet. Luego intentó hablarla por teléfono, pero la nena se asustó y les contó todo a sus padres. Estos denunciaron el hecho a la dirección del establecimiento y llegó a conocimiento de otros padres. Por esta causa, el lunes pasado al mediodía, cuando Torino Dantur llevó a sus niñas al colegio, fue increpado y golpeado por un padre de una alumna.

Por otro lado, otra niña que estudia en el colegio Del Huerto también habría sido contactada por el contador, con un resultado similar. Las niñas se encontrarían asustadas y no quieren volver a estudiar. Según se conoció, Torino Dantur participaba del grupo de padres que colaboraba en el equipo de teatro del colegio San Alfonso. Pero su intención no era contribuir al aprendizaje histriónico de su hija mayor, sino filmar a las despreocupadas niñas en sus inocentes movimientos actorales.

Delito en crecimiento

El año pasado hubo 153 denuncias de pedofilia en la provincia, de los cuales 130 corresponden a Salta Capital y alrededores, y el resto al norte de la provincia.

"Las estimaciones indican que de 7 casos que ocurren sólo uno se denuncia, y esto preocupa porque en Salta este delito está en crecimiento", sostuvo en su momento el director general de Investigaciones de la Policía, Vicente Cordeyro.









Lo que dice el Código Penal



Art. 125.- El que promoviere o facilitare la corrupción de menores de dieciocho años, aunque mediare el consentimiento de la víctima será reprimido con reclusión de tres a diez años.-

La pena será de seis a quince años de reclusión ó prisión cuando la víctima fuera menor de trece años

Cualquiera que fuese la edad de la víctima, la pena será de reclusión ó prisión de diez a quince años, cuando mediare engaño, violencia, amenaza, abuso de autoridad o cualquier otro medio de intimidación o coerción, como también si el autor fuera ascendiente, cónyuge, hermano, tutor o persona conviviente o encargada de su educación o guarda.-



Art. 128.- Será reprimido con prisión de seis meses a cuatro años el que produjere o publicare imágenes pornográficas en que se exhibieran menores de dieciocho años, al igual que el que organizare espectáculos en vivo con escenas pornográficas en que participaren dichos menores.-

En la misma pena incurrirá el que distribuyere imágenes pornográficas cuyas características externas hiciere manifiesto que en ellas se ha grabado o fotografiado la exhibición de menores de dieciocho años de edad al momento de la creación de la imagen.-

Será reprimido con prisión de un mes a tres años quien facilitare el acceso a espectáculos pornográficos o suministrare material pornográfico a menores de catorce años.-

domingo, 15 de noviembre de 2009

Envenenó a su padre porque éste se lo pidió



¿Eutanasia en Salta?. Ella intentó suicidarse pero los médicos le salvaron la vida


Una mujer habría matado con

veneno a su padre enfermo

La situación en el hogar era muy tirante. El esposo reclamaba por los gastos y problemas que causaba el abuelo.
El hombre padecía una enfermedad terminal y no podía moverse. Le habría pedido a su hija ayuda para morir.


Postrado en una silla de ruedas, hemipléjico y enfermo terminal de un cáncer músculo esquelético, un hombre acabó su vida bebiendo un vaso de veneno que aparentemente le suministró su propia hija, quien a su vez también tomó de la misma sustancia tóxica. A ella lograron rescatarla de la muerte.

El polémico caso, caratulado como homicidio pero que bien puede considerarse un caso local de eutanasia (la cual es ilegal en Argentina), tuvo lugar en un inmueble ubicado sobre el camino a San Agustín, en el barrio Círculo II, el jueves a las 13.45.

Según Marvin Mamaní, nieto político del extinto Pedro Burgos López, de 78 años, “el (en referencia a la víctima) le había dicho muchas veces a mi suegra que ya no quería vivir más, que eran insoportables los dolores, y que por los problemas que causaba en la casa, era mejor que lo ayude a morir”.

Por lo pronto, Melania Burgos, de 44 años, es la principal acusada de matar a su padre y luego intentar suicidarse. Debido a esto, mientras se recupera en el hospital San Bernardo de la grave intoxicación con veneno de la cual los médicos la lograron rescatarse, está detenida acusada de homicidio calificado por el vínculo.

Mientras tanto, los investigadores deben develar que es lo ocurrió realmente el jueves pasado, poco antes de las 14 horas. Las dudas radican en conocer si la mujer decidió eliminar a su padre y suicidarse o si el padre le exigió a su hija que acabe con su vida. Además, se desconoce si el envenenamiento familiar fue el resultado directo de la enfermedad terminal de la víctima o si a esta grave situación se le hubiera agregado los aparentes constantes reclamos de José Mamaní (48), esposo de la Melania, acerca de las “incomodidades” que el enfermo causaba en su hogar y los costosos gastos que demandaba su tratamiento.

Una jarra mortal

Poco antes de las 14 del jueves, Reina Burgos Mamaní, de 19 años, entró al cuarto de su abuelo Pedro, con intenciones de verificar el estado de éste, aunque también con un oscuro presentimiento. Cuando se acercó a la silla de rueda donde el hombre vivía postrado a causa de su hemiplejia y reuma terminal, observó que el abuelo tenía la cabeza reclinada contra un costado, su cuerpo rígido, y, lo que más impactó a la joven, abundante espuma parda le brotaba de su boca y nariz.

La chica salió corriendo del cuarto y fue cuando encontró a su madre Melania, reclinada sobre una pileta de lavar ropa, descompuesta. Al acercarse y preguntarle que le ocurría, la mujer la miró con el rostro amarillento, los ojos enrojecidos y no pudo articular palabra pues su cuerpo se dobló en dos sobre su vientre.

La horrorizada joven gritó el nombre de su padre, y cuando éste llegó, asustando, trasladaron a Melania al dormitorio. Mientras el hombre fue a pedir auxilio, Reina habría escuchado que su madre le susurró, al borde de la muerte, lo que había sucedido. Lo que aparentemente quedó en claro fueron las palabras “jarra” y “veneno”.

Melania fue llevada de urgencia al hospital San Bernardo, donde los médicos comprobaron que se encontraba intoxicada con una sustancia tóxica y lucharon para salvarle la vida. Horas después, la mujer estaba fuera de riesgo. Distinta fue la situación de Pedro Burgos. Cuando los paramédicos llegaron ya no había nada que hacer. Sólo comprobaron lo que más tarde diría la autopsia y un informe químico: el corazón y la mente del hombre se habían detenido para siempre, envenenados.

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“El no quería vivir así”


Según el relato que hizo a la Policía Reina Burgos Maman, hija de Melania Burgos y nieta del occiso Pedro Burgos López, una semana antes del fatídico jueves ella había comprado “Hiller”, un poderoso insecticida para combatir las alimañas en el extenso depósito y el almacén que su familia posee en el camino a San Agustín.
Poco después de descubrir a su abuelo muerto y a su madre agonizante, ella vio una jarra vacía al costado de la puerta. Al alzarla percibió un fuerte olor a veneno y algunos gránulos blancos en el fondo del recipiente. La chica recordó que alrededor de las 13, había visto a su madre llenando la misma jarra con agua.
De acuerdo a Marvin Mamaní, esposo de Reina, quien vive en el amplio hogar de sus suegros, “el abuelo había vuelto hace poco de Bermejo (en Bolivia), por que los hermanos de mi suegra dijeron que no lo podían atender. Entonces acá todos nos hicimos cargo de él”. Asimismo contó que la enfermedad de Pedro Burgos López era “muy costosa”.
“Se que la última vez, por una curación, tuvieron que pagar 3 mil pesos en el San Bernardo”, recordó el joven de marcado acento boliviano. “Parece que a mi suegro no le gustaba mucho lo que estaba pasando, y había discusiones por este problema”, relató.
Según Marvin, debido a sus constantes dolores y a las incomodidades que sentía provocar, la víctima fatal le había solicitado a su suegra que lo ayude a terminar con su vida. “El no quería vivir así, yo lo escuché; sufría mucho, además de paralítico, estaba todo llagado y sabía los problemas que tenía su hija por él”. Contó. “El le había a mi suegra dicho que no podía hacerlo sin ayuda (morir para acabar con sus sufrimientos y los de ellos) y que por eso la necesitaba”.

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En Argentina no existe la eutanasia


La eutanasia, etimológicamente, deriva del griego y significa “buena muerte”. Sus defensores argumentan que, por razones de dignidad humana, no se puede condenar a una persona a sufrimientos en vida, y que por el contrario, es ético contribuir a que tenga una “muerte digna”. En la práctica, la eutanasia es todo acto u omisión cuya responsabilidad recae en personal médico o en individuos cercanos al enfermo, y que ocasiona la muerte inmediata de éste.
Quienes se oponen a esta modalidad que algunos definen como de suicidio asistido, sostienen como antecedente que los médicos nazis hacían propaganda en favor de la eutanasia con argumentos tales como la indignidad de ciertas vidas que por tanto eran, según aquella propaganda, merecedoras de compasión, para conseguir así una opinión pública favorable a la eliminación que se estaba haciendo de enfermos, considerados minusválidos y débiles. Por eso, ante la realidad de los crímenes médicos durante el régimen nazi, en los Juicios de Nuremberg (1946 – 1947) se juzgó como criminal e inmoral toda forma de eutanasia activa y además se estableció desde entonces de manera positiva, es decir expresamente, que es ilegal todo tipo de terapia y examen médico llevado a cabo sin aclaración y consentimiento o en contra de la voluntad de los pacientes afectados.
Actualmente en muy pocos países se ha despenalizado la eutanasia, por ejemplo Holanda es uno de ellos. En el resto de los países, incluido Argentina, la muerte asistida es considerada como homicidio.

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Una enfermedad dolorosísima

Pedro Burgos Pérez habría sufrido de una variante de “poliartritis carcinomatosa”, que en otras palabras es un cáncer que se manifiesta en una artritis progresiva. La enfermedad se da en personas mayores de 55 años, tiene un inicio explosivo, es sumamente dolorosa pues afecta todo el sistema muscolo esquelético y compromete en primer lugar los miembros inferiores, por lo que se encuentran inmovilizados de la cintura para abajo.

Colapso

El veneno que tomaron la víctima fatal y su hija Melania es un insecticida piretroide, derivado de las piretrinas sintéticas, usado para exterminar las alimañas domésticas, como cucarachas u hormigas. En los humanos, su ingestión produce un colapso de las neuronas y el sistema nervioso central.

"Un crimen étnico"


El caso de la niña madre wichí. La polémica irá a la Corte Suprema y la Justicia Internacional.




Entrevista: John Palmer, doctor en Antropología.



“Se está cometiendo un crimen étnico”



El antropólogo John Palmer estudió Filosofía y Antropología en la Universidad de Oxford y llegó a la Argentina “con 20 años, casi en el mismo vuelo que Perón, en 1973”. Desde hace 32 años estudia, trabaja y vive en las comunidades wichís de la zona del chaco salteño, entre ellas, la de Lapacho Mocho, de donde procede Fabio Ruiz y la supuesta víctima. Su esposa es de esta etnía, con quien tuvo tres hijos.



- ¿Cómo ha repercutido en la comunidad donde usted trabaja la resolución de la Corte de Justicia?



- Para todos nosotros es deprimente esta noticia. No entendemos porque les cuesta tanto entender a los jueces que hay diferencias culturales entre modos distintos de vida. Esto sólo se trataba de un pedido de excarcelación, de darle la oportunidad de libertad a un hombre que necesita volver a su comunidad, en donde lo esperan su esposa y la madre de su hijo, por quienes está preso.



- ¿Cuánto tiempo lleva detenido José Fabio Ruiz?



- Está preso desde hace 4 años y medio, y eso, creo, ya es una injusticia, incluso cuando se trata de un acusado de homicidio que lleve tanto tiempo sin juicio.



- Tengo entendido que el juicio se aplazó debido a los planteos de la defensa, de la cual usted participa.



- Desde mediados de 2005, cuando el juez (Ricardo) Martoccia procesa a Ruiz, todos nosotros, la comunidad, su esposa, el equipo de profesionales que integramos la defensa, rechazamos la acusación y dijimos que no había delito, sino incomprensión cultural. En un primer momento, la Corte de Justicia pareció darnos la razón pues devolvió todo el expediente a Martoccia, pese a que habíamos pedido otro juez por su marcado etnocentrismo. Fue él quien vuelve a procesarlo a Ruiz, diciendo que incluye las pericias antropológicas pero sesgando su sentido. Es desde ese momento que pedimos por la liberación de este hombre.



- Usted me dice que su esposa pide la libertad de Ruiz, ¿se refiere a la menor de edad que quedó embarazada cuando era niña?



- Si, claro, a ella, que no era niña. E.R (la supuesta víctima menor de edad) no puede visitarlo desde que fue detenido, por orden del juez, y Ruiz no puede conocer a su hijo, que ya va a cumplir cinco años. Y este es el centro de la cuestión. Ellos eran pareja, y se quieren y tienen un hijo. Lo que es natural para la cultura wichí, es un delito para la ley penal.



- Doctor, pero cuando se denunció el hecho, ella era una menor de 9 años, y el un hombre de 26…



- Bueno, ese es otro problema, pues se mezclan errores del Estado y concepciones culturales. Con la Ley de Amnistía para los indocumentados, a E.R le dieron una edad absurda. Tanto es así que su madre quedó con 21 años y ella con 6. Es por eso que también iniciamos un proceso de rectificación de partida de nacimiento. Pero por otro lado, la realidad wichí no tiene números, no es cuántica como la occidental. La cultura se vive en etapas. En el caso de las mujeres, ellas, a partir de la primera menstruación, son consideradas libres para determinar su sexualidad, con ciertas reservas parentales, y pueden elegir quien será su esposo. Esto es importante a la luz de las diferencias culturales, pues para la cosmovisión occidental, se trataría de una púber, pero para la realidad wichí, en donde el Estado está ausente, con una marginación e indigencia infrahumanas, donde viven sin luz, o agua, o vivienda, con nulos recursos para sobrevivir, no se puede comparar a un púber urbana a una púber indígena. El desarrollo socioafectivo es diferente, la percepción sociocultural es distinta. Por eso ella estaba madura para elegir hombre, y eso es lo que no se comprende. Además, el médico que la revisa y comprueba que estaba embarazada, coloca en su informe que E.R tenía una edad entre 13 y 15 años, o sea, de 2 a 6 años más que la indicada en el documento. Es por todo esto que decimos que no hubo violación.



- Entonces, para ustedes, ¿los dictados de la Justicia son parcializados, no comprenden la realidad indígena?



- Absolutamente. Son etnocéntricos, como fue etnocéntrico el juez Martoccia desde un comienzo, abordando un caso complejo desde la óptica occidental, y se llega a éste crimen étnico. Luego, en su segunda resolución, el juez invoca costumbres indígenas para encubrir las deficiencias del juzgamiento. Es un enfoque etnocéntrico decir que porque los wichís tienen un celular tienen la cultura occidental, y considerar a Ruiz un violador.



- Doctor, lo que no se acepta es que un adulto como Ruiz haya seducido, o intimidado por su poder masculino, o su ascendiente, a una niña o adolescente púber.



- Todos los antropólogos coinciden en que los wichís tienen una pauta cultural propia, en donde la parte activa es la mujer, y el hombre tiene un rol pasivo. La mujer elige a su compañero afectivo, con quien casarse y tener familia. Nunca es el hombre el que se acerca. Es más, si un hombre se acerca a una mujer con intenciones afectivas, es considerado como una conducta femenina



- Sin embargo, la cacique wichí Octorina Zamora dice que los lo adultos no tienen relaciones con niños.



- Octorina Zamora no conoce la causa; en un principio pensó que se trataba de un criollo que había violado a una wichí. Y no comprende tampoco la complejidad de este caso.



- ¿Y que van a hacer a partir de ahora?



- Lo que ha hecho la Corte es decepcionante y deprimente, y en la comunidad todos están tristes. Todos creemos que Ruiz es una víctima del sistema jurídico imperante que con criterios etnocéntricos culpa a una pareja por formar familia. El INADI ya se pronunció por este tema y consideró que la Justicia cometía discriminación cultural. Pero se dijo que el Poder Ejecutivo no puede criticar al Poder Judicial. No nos queda otro camino que recurrir a la Corte Suprema de Justicia y a la Corte Internacional de Justicia, por la libertad de Ruiz y por la comprensión y el respeto entre culturas diferentes que conviven en un mismo Estado.



Darío Alberto Illanes

La polémica por la niña madre wichí

Planteo internacional




La abogada América Aleman, defensora de José Ruiz, aseguró ayer a El Tribuno que continuarán, junto a la comunidad wichí de donde provienen las supuestas victima y victimario, pidiendo la libertad del joven wichí acusado, incluso “llegando a la Corte Internacional de Justicia, que exigiría al Estado Argentino que cumpla con las normativas internacionales de respeto a las culturas y pueblos originarios”.

Aleman sostuvo que desean que el caso llegue a juicio, pero con “Ruiz libre, pues incluso en marzo del año próximo llegará a tener 4 años preso, sin juicio, y a la madre de su bebé le tienen prohibido visitarlo, pese a que ella quiere hacerlo”.